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Image by Glenn Carstens-Peters

Álvaro Martínez Mateu

Este es mi blog profesional, donde comparto mis conocimientos sobre Paid Media y Marketing Digital, junto con las tendencias que conforman este campo.  Espero que te sea útil lo que he escrito.




El gasto en paid media puede definir el éxito o fracaso de tus estrategias de marketing digital. Decidir cuánto invertir no se trata de elegir un número al azar, sino de equilibrar tus objetivos y comprender claramente el Coste Por Acción (CPA) y el Valor Vitalicio del Cliente (CLTV). Un enfoque bien estructurado te permitirá establecer una base sostenible para tu crecimiento.


El punto de partida es definir qué quieres lograr. Tus objetivos determinarán cuánto necesitas invertir. Por ejemplo, una startup que busca crecimiento rápido puede permitirse un gasto inicial más alto, mientras que un negocio consolidado priorizará la rentabilidad sostenida.


El CPA es una métrica esencial. Gastar entre 5 y 15 veces el CPA es una práctica común, aunque ciertos escenarios pueden justificar desviaciones. Por ejemplo, en un mercado de lujo donde los clientes tienen un CLTV muy alto, puede ser aceptable invertir entre 20 o 25 veces el CPA inicial para adquirir clientes exclusivos. En contraste, una startup en fase de prueba puede limitarse a gastar menos del rango común para recopilar datos sin comprometer su flujo de caja. Un negocio con un alto CLTV puede invertir más, ya que el retorno a largo plazo justifica el gasto. Por el contrario, para un comercio electrónico con márgenes ajustados, exceder esta proporción puede comprometer la viabilidad.


Los mercados altamente competitivos también demandan una inversión mayor. Por ejemplo, sectores como SaaS empresarial pueden justificar gastos de hasta 100 veces el CPA si las relaciones con los clientes son duraderas, el CLTV es sustancial y el CPA objetivo es relativamente bajo. Sin embargo, estos casos son la excepción, no la regla.


Otra consideración es la etapa de tu negocio. Las empresas nuevas, en mercados de crecimiento, pueden gastar entre 10 y 20 veces su CPA para establecerse en la industria. Esto se justifica porque suelen necesitar construir reconocimiento de marca, recopilar datos iniciales y establecer una base de clientes desde cero, lo cual requiere mayor riesgo inicial. En contraste, los negocios en mercados maduros suelen mantener un gasto más moderado y dirigido.


La distribución del presupuesto también es importante. No todas las plataformas ofrecen el mismo ROI, y es necesario ajustar tu estrategia según los resultados históricos. Por ejemplo, un negocio que obtiene un rendimiento consistente en Google Ads podría asignar el 60% de su presupuesto a esa plataforma, mientras explora otras como Meta Ads con el 40% restante.


Finalmente, el testeo continuo es indispensable. Un presupuesto inicial debe estar diseñado para ser capaz de recopilar suficientes datos. A medida que acumulas información sobre qué funciona mejor para tu audiencia, puedes redirigir recursos hacia las tácticas y canales más efectivos.


Cuando tengas ya la campaña en funcionamiento, cada vez que necesites aumentar el presupuesto, obligarás al sistema a buscar nuevas audiencias, lo que puede desestabilizar el aprendizaje inicial de las campañas. Esto ocurre porque el algoritmo debe explorar segmentos que podrían no ser tan efectivos como los originales, lo que puede generar fluctuaciones en la tasa de conversión y en el CPA mientras la campaña encuentra nuevos públicos con potencial.


Este periodo de ajuste puede traducirse en un rendimiento temporalmente inconsistente, al expandirte a audiencias con menor intención de compra. Para evitar un impacto demasiado negativo en el rendimiento, un incremento gradual del presupuesto, idealmente no más del 20% a la vez, permite que el sistema se adapte sin reiniciar el periodo de aprendizaje. Las cuentas con presupuestos muy grandes suelen gestionar este riesgo mejor gracias a que la campaña tiene mayor capacidad para realizar pruebas rápidas y validar nuevos canales con más flexibilidad.


Invertir en paid media es una cuestión de cómo equilibrar inversión y retorno con un enfoque estratégico y basado en datos. Prioriza el análisis de métricas como CPA y CLTV, ajusta según tu etapa de negocio y no subestimes la importancia de probar y aprender constantemente.




La temporada baja es una oportunidad para refinar estrategias, probar nuevos enfoques y fortalecer la marca, aunque también puede presentar desafíos. ¿Qué se puede hacer para aprovechar al máximo estos momentos en paid media?


En primer lugar, es esencial optimizar el presupuesto. Mantener activas solo las campañas con mejor rendimiento permite maximizar el retorno, enfocándose en productos o servicios con alta demanda o buen potencial de crecimiento incluso en temporada baja. Por ejemplo, identificar campañas de alto rendimiento mediante el análisis de métricas clave como el ROAS o la tasa de conversión puede ayudar a decidir en qué campañas seguir invirtiendo. Menos es más: cada euro cuenta cuando los recursos son limitados.


Otra estrategia clave es adaptar los creativos al contexto de temporada baja, midiendo la efectividad de estos cambios mediante indicadores como la interacción o la tasa de clics (CTR) para asegurarte de que las adaptaciones generan resultados positivos. Para B2C, se puede recurrir a tonos más relajados, evocando preparación para momentos futuros importantes. En B2B, se trata de posicionar la oferta como parte de la planificación para el próximo trimestre o nuevo ciclo. Esto mantiene la relevancia del mensaje y evita la fatiga creativa.


Las temporadas bajas también son el momento ideal para explorar nuevos canales. A menudo, las marcas se centran en los medios que generan conversiones a muy corto plazo, pero este es el momento para probar plataformas emergentes como TikTok, Pinterest o incluso Spotify. Aunque no generen resultados inmediatos, ayudan a construir una presencia y familiaridad que puede ser muy valiosa cuando la demanda repunte.


Retargeting y reactivación son palabras clave en estos períodos, ya que permiten aprovechar audiencias que ya mostraron interés previo, siendo especialmente efectivos en temporadas bajas cuando la adquisición de nuevos usuarios es más difícil y costosa. Apuntar a usuarios que ya mostraron interés, pero no convirtieron, ofreciendo incentivos personalizados, puede marcar la diferencia. Además, las campañas de reactivación por email, bien segmentadas, pueden revivir a esos clientes potenciales que ya conocen la marca, pero no llegaron a dar el paso.


También hay espacio para la creatividad. Crear microcontenido educativo o de valor aporta un extra al cliente, lo mantiene conectado y fortalece la percepción de la marca como referente en el sector. Videos cortos, tips en redes sociales, o anuncios que eduquen y no solo vendan, marcan la diferencia también.


Finalmente, la preparación para la próxima temporada es una de las acciones más rentables en tiempos de baja demanda. Invertir tiempo en preparar buenos creativos, mensajes y ofertas, ajustadas a las tendencias y a los segmentos a impactar en el futuro, asegura una ventaja competitiva cuando la demanda vuelva a crecer.


La temporada baja no tiene por qué ser un freno, sino un trampolín hacia el próximo momento de alta demanda. Todo es cuestión de perspectiva y estrategia.


¿Cuáles son vuestras mejores estrategias para temporada baja?




En Google Ads, el Ad Rank es la clave para determinar la visibilidad de tus anuncios. ¿Por qué algunos anuncios logran destacarse mientras otros se pierden entre la competencia? ¿Qué factores realmente definen esa posición en el ranking y cómo podemos optimizarlos de manera efectiva para maximizar resultados? Vamos a desglosar los factores más importantes que influyen en el Ad Rank y cómo cada uno contribuye al éxito de tus campañas.


El Ad Rank se determina principalmente a partir de tres elementos cruciales: la puja, la calidad del anuncio y el impacto previsto de los activos del anuncio. Cada uno de estos elementos tiene varias capas que conviene conocer, como la relevancia de las keywords, la calidad de la landing page, y la estrategia de puja utilizada.


1. La puja: Es el precio máximo que se está dispuesto a pagar por un clic, pero no se trata simplemente de pujar más alto. Las pujas suelen requerir estar alineadas con una estrategia automatizada que considere señales como el momento del día o el dispositivo del usuario. Estos factores influyen en la probabilidad de conversión porque, por ejemplo, ciertos momentos del día pueden tener un rendimiento superior, y diferentes dispositivos pueden afectar el comportamiento del usuario. La eficiencia es clave; pujar más alto sin control puede incrementar los costes sin necesariamente mejorar resultados.


2. La calidad del anuncio: Aquí entra en juego la relevancia de las keywords, el copy y la experiencia de la landing page. Para destacar, las keywords deben coincidir con la intención del usuario, no solo con sus términos de búsqueda. El contenido del anuncio tiene que demostrarle al usuario que está en el lugar adecuado, aumentando la confianza desde el primer momento. Las landing pages también deben ser ágiles, seguras y con una clara alineación entre el mensaje del anuncio y la experiencia de la página.


3. El impacto previsto de los activos del anuncio: Los activos como las extensiones de llamada, promociones, o incluso la página web cumplen un rol importante al mejorar la experiencia del usuario, simplificando el acceso a la información relevante y aumentando la probabilidad de interacción. Esto puede incrementar el CTR y algunos de estos elementos proporcionan información extra sin tener que abandonar la SERP. Incluir tantos activos como sea posible, siempre y cuando sean relevantes, puede tener un impacto positivo.


Algo a tener en cuenta es que no todo afecta al Ad Rank por igual. Elementos como los activos (extensiones) pueden parecer secundarios, pero en realidad ayudan a aumentar el CTR y mejoran la relevancia del anuncio en diferentes contextos, lo que al final suma puntos a tu favor.


El error más común es centrarse solo en aumentar la puja para mejorar la posición. Google también evalúa la relevancia y la experiencia del usuario.


En términos del orden de importancia de los elementos que componen el Ad Rank, la calidad del anuncio ocupa el primer lugar. En segundo lugar, se encuentra la puja, que determina tu competitividad en las subastas. Finalmente, el impacto previsto de los activos del anuncio es el tercer factor, que aunque tiene un rol importante, no pesa tanto como la calidad y la puja en la determinación del Ad Rank.


Los factores que afectan al Ad Rank se complementan entre sí, y una buena sinergia entre ellos es la que te permite destacar en las subastas.

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